Los Bígaros y el Muñón
Dificultad: alta
Kilómetros: 15
Tipo: circular
Salida: Saliencia
Llegada: Saliencia
Hoy sería la primera vez que, si todo iba bien, subiría a un dos mil. En realidad serían dos picos con esta altura, los Bígaros y el Muñón.
Después de una hora y media en coche, además del tramo de pista malo para un coche normal entre Torrestío y La Farrapona, por fin llegamos a Saliencia. Aparcamos y empezamos a caminar cogiendo una pista de hormigón que sube por detrás del mismo aparcamiento.
La subida es pronunciada y Saliencia va quedando en el fondo del valle.
La primavera deja un color verde precioso en el valle de Saliencia, aderezado también con los colores de la roca y las flores.
Poco después de pasar sobre un reguero, sale una bifurcación. Nosotros giramos a la derecha y llegamos a la mortera de Saliencia.
Seguimos subiendo. En seguida la pista deja de ser tan pronunciada la marcha y empieza a llanear. El mar de nubes sobre Teverga, rodeando Peña Sobia, es una pasada.
Siguiendo la pista, empezamos a ver las cumbres del día. A la derecha queda la foz de los Arroxos por dónde regresaríamos a Saliencia. Todo este tramo es parte del Camín Real de la Mesa.
Aprovechamos para picar algo antes de la ascensión en la braña la Mesa con su teito...
...sus vacas y sus corros.
Seguimos por la pista, dejando a nuestra derecha la línea de cumbres por dónde hoy vamos a pasar, y en la que ahora podemos ver a dos rebecos corriendo a toda pastilla.
Al alcanzar el collao Los Corros, pasamos entre una llamarga y esta manada (junto a un cercado de ganado).
Ahora hay que subir cómo mejor se pueda salvando un desnivel fuerte hasta llegar a la Pasada los Bígaros. Cada uno a su ritmo; es temprano y no hay prisa.
Además, cada poco hay que parar para disfrutar con estas vistas sobre las Ubiñas.
Poco a poco y ya queda menos. No hay ningún paso complicado, sólo el desnivel. Así que vamos subiendo haciendo Zs, por nuestra izquierda bajaban otros dos montañeros sobre los que más tarde debatiríamos si estaban buscando fósiles, ya que esta zona es conocida por ello. Aunque nosotros no vimos ninguno.
Llegados a la cresta, las vistas se abren sobre Somiedo.
A nuestra izquierda nos queda el pico de los Bígaros al que se sube sin ningún problema...
Menudo balcón. Casi toda la alta montaña asturiana y leonesa ante nosotros.
Cumbre del pico Los Bígaros, a 2045 metros. Mi primer dos mil.
Para ir hasta el Muñón hay que bajar de nuevo hasta La Pasada los Bígaros, rodeando un pequeño picacho en el medio y dirigiéndonos hacia una franja rosa de roca que se ve en la roca. Este paso se pasa bien, hay que tener cuidado pero como en todos los sitios.
Una vez superado este tramo, una foto atrás del mismo con la cumbre de Los Bígaros que acabamos de dejar y la ladera por la que fuimos subiendo hasta la cresta.
Cuando llegamos a un paso expuesto o muy expuesto, encontramos justo a la entrada del mismo, un corto descenso a la derecha que, aunque nos saca de la cresta, nos permite caminar de una forma mucho más cómoda.
Por debajo de la cresta, nos dejamos llevar al segundo objetivo del día, El Muñón.
Y una vez conquistada la segunda cumbre del día, un vistazo atrás.
A nuestra izquierda, Somiedo.
Tras pararnos un poco en la cumbre, pasamos junto a la gran cueva o sima que hay justo debajo del mojón. El nevero parecía tener marcas de pisadas de rebeco.
Y, siguiendo por el cordal, vemos ya el Lago del Chao, con Peña Negra frente a nosotros.
Por esta ladera hay un camín que nos irá conduciendo hasta el mismo lago, aunque primero hay que cruzar un nevero. Para ello, descendemos unos metros y lo pasamos tranquilamente.
Ya estamos mucho más cerca del lago que hace unos pocos minutos.
Comemos en unas rocas planas que hay entre el lago y el refugio. Tras reponer fuerzas nos toca la parte que peor llevo, la bajada. Para ello nos tiramos ladera abajo hacia la braña en la que estuvimos por la mañana.
Pasamos junto a un manantial en el que cambiamos el agua de nuestras botellas. Aquí lamento no ser más rápido con la cámara pues justo debajo de dónde yo estaba, había una ínfima rana marrón que, en cuanto me moví, desapareció.
Cruzamos el arrollo y llegamos al camín que pasa por debajo de la pista por la que llegamos hace unas horas y que nos conducirá a la foz de los Arroxos.
Los perros del albergue, sobretodo el marrón, que habían acompañado a un grupo de madrileños hasta la braña de La Mesa, decidieron acompañarnos en la bajada. El calor es fuerte y nuestro nuevo amigo aprovecha para refrescarse.
En estas siguientes fotos no pondré descripción ya que sólo hay que caminar por el sendero y disfrutar de los farallones que caen desde la peña Ferrera hacia el arrollo. A nosotros nos recuerda a los que se ven por la autopista del Huerna a la izquierda de la carretera y casi a la altura de Caldas de Luna.
La foz, como todas las foces, es corta y nos conduce hasta un bosque por el que ya quedará muy poco de ruta, aunque este tramo se me hizo eterno.
Cuando el bosque se abre, ya estaremos a un paso de la carretera que baja desde la Farrapona a Saliencia dónde tomaremos una cerveza con limón para refrescarnos del calor de la jornada.
La foto con los cuatro en la cima está claramente retocada ya que estaba demasiado oscura.
ResponderEliminarLa ruta bien se merece pasar al recuerdo de tus primeros dosmiles. El día veo que meteorológicamente fue fantástico así como el disfrute de la ruta y la compañía. ¿se puede pedir más?. Estoy seguro de que no. ¡¡¡Enhorabuena Pablo!!! Un saludo
ResponderEliminarUna ruta y fotos muy guapas, si señor. La zona es perfecta para el primer dos mil.
ResponderEliminarUn saludo!
Eva, Enol y Jose: la verdad que el día perfecto, eso sí, se nos olvidó la crema solar y acabamos todos un poco acangrejaos XD, una buena forma de pasar un día, haciendo deporte, conociendo sitios y relacionándose.
ResponderEliminarRutas Montaña Asturias: sí, una ruta muy guapa y bastante tranquila, además las vistas desde allí arriba son un increíbles.
Gracias a los dos.