sábado, 10 de mayo de 2014

Orgullo de perdedor

Orgullo de perdedor


Me compadezco. Sobre mi lecho guardo un cementerio de grandes poetas. Mis versos son los hijos ilegítimos de sus versos.

¿Cielo o infierno? ¡Siempre el infierno! El cielo es demasiado absurdo. Cantemos loas a nuestro Príncipe.

Nacidos del útero de la desdicha. Nuestra sangre es maldita. Nuestra vida… ¡ah, nuestra vida!

La vieja bestia arrojó nuestros cuerpos a las llamas. El humo de las hogueras eleva nuestro nombre. La carne es débil, fuerte el alma.

¡Cada palabra será una condena!

No hay comentarios:

Publicar un comentario