Pico Ranero
Dificultad: media
Kilómetros: 18
Tipo: ida
Salida: La Cobertoria
Llegada: Ujo
Después de coger el tren en Mieres, llegamos hasta La Cobertoria y, a través de una pista en continuo ascenso, nos vamos en dirección a La Carisa.
Pasamos junto a un depósito, dónde los helicópteros, en caso de incendio, suelen coger el agua necesario para sofocar las llamas. Alrededor, algunos caballos pastan plácidamente.
Y, cómo no, la omnipresente sierra del Aramo, junto al Monsacro y la Mostayal, nos vigila.
Ya, una vez llegados al collado Espines, vemos la traza de la pista por la que subimos.
En la campa Espines hay una bonita casa enclavada en una collada desde dónde la vista se nos pierde.
Las Ubiñas aún tienen nieve.
Dejamos la campa Espines, debajo del pico Espines, y nos vamos a buscar los megalitos del Padrún.
Dejamos la campa Espines, debajo del pico Espines, y nos vamos a buscar los megalitos del Padrún.
La pista está muy bien señalizada
Tiramos más allá de los megalitos con el objetivo de ver qué secretos
guardan estos montes y, junto a una fuente, nos encontramos estos
huevos de rana.
Resguardados del fuerte viento, entre un carrasco y una fuente,
comemos en un excelente mirador natural. Aunque la foto no lo capta, no es una gran cámara para paisajes, como se puede comprobar, la
Peña Santa asoma.
Damos la vuelta y nos acercamos a los dólmenes de Padrún.
Vamos en dirección norte por la ancha pista, a nuestra derecha el valle de Aller.
Antes de subirnos al pico Ranero, encontramos este cartel indicativo.
Otra cosa que encontramos, mucho más triste y fea, fue una lavadora en
la cuneta. ¿A quién se le ocurre ir al monte a tirar una lavadora? Sigo
sin entenderlo.
Y llegamos al pico Ranero, pico que había visto desde el
paseo que une Mieres y Ujo, y al cual, tras pensar qué habría allí
arriba, no le quedaba más remedio que ser visitado.
Hacia el Suroeste, una parte de Ubiñas.
Al Oeste, en lo fondero del valle, Pola de Lena.
Bajamos en dirección Carabanzo por la pista que, en vueltas y revueltas,
nos va alejando de Ranero. Pero, antes de Carabanzo, hay que echarle
una visita a la Santa, pero dónde esté el Torres, que vemos nevado, que
se quiten todos los santos y apóstoles.
Si pego un brinco igual llego al pueblín de Bustiello.
Qué vista más guapa hacia el valle de Aller
Ya en Carabanzo, le sacamos una foto al Palacio de los Faes, en estado
de considerable abandono. Tantos y tantos monumentos que están en
deterioro, ¿ y esta es la labor del ministerio de Incultura?
Bajando de Carabanzo se ve Ujo y, más lejos, bajo la sierra del Fayéu, Mieres. Nosotros vamos pa’ Ujo.
Ese momento en el que da pena comerse una chuleta… hasta que la tienes en el plato.
Ese momento en el que da pena comerse una chuleta… hasta que la tienes en el plato.
Seguimos bajando por la carretera que cogimos en Carabanzo, pueblo
dónde, en agosto, se hace fiesta y los astures luchan contra los
romanos. Desde aquí nos vamos a Ujo, pasando por la zona de Rioglass.
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