PEÑA UBIÑA
Dificultad: muy alta
Kilómetros: 12
Tipo: ida y vuelta
Salida: Casa Mieres
Llegada: Casa Mieres
Kilómetros: 12
Tipo: ida y vuelta
Salida: Casa Mieres
Llegada: Casa Mieres
Cuando decidí hacer esta ruta, no las tenía todas conmigo. La semana anterior había estado con el tobillo vendado por un esguince y me parecía imposible subir este montañón. Pero, siempre se han de intentar las cosas, así que me animé a disfrutar de este día y, si el tobillo me molestaba, por pequeña que fuese la molestia, esperar a que el resto completase la ruta. Por suerte, yo también la completé.
Hay mil variantes para hacer esta ruta, nosotros decidimos partir desde la Casa Mieres.
Siguiendo por esta alfombra de hierba llegaremos a una especie de collado, las altas cumbres se presentan. De izquierda a derecha, Fariñentu, Siegalavá y Tapinón.
Y a la izquierda ya asoma la reina del lugar.
Y a nuestra derecha, algo más pequeñas pero igual de guapas: La Almagrera, La Mesa y La Tesa.
Disfrutando de este lugar de grandes pastizales, con sus manadas de ganado y el gris de la caliza; parece que estamos caminando por un lienzo. Ahora toca girar el sentido hacia la reina.
Dejaremos las praderas para meternos en la caliza, en el estrecho.
La Ubiña Pequeña nos saluda antes de meternos en el estrecho.
El estrecho es un paso entre la caliza, en el que hay que ayudarse de las manos.
El calor es fuerte y el agua se convierte en caldo, por suerte encontramos un pequeño manantial para refrescarnos. Pero la vista de las dos Ubiñas juntas sobre el verde nos recompensa, la Ubiña parece querer tocar el cielo. Qué pedazo de piedra.
Nos separamos del arroyo y nos acercamos a la falda de la Ubiña.
Algunos comerían más de la cuenta y empezaría a sufrir una pájara importante. Pero poco a poco empezamos a coger altura.
La subida nos va dejando vistas sublimes sobre Asturias y Babia.
La subida es sencilla, hay que ayudarse en algunos momentos con las manos pero sin entrar en trepadas. Pasaremos junto este nevero.
La subida es larga, suavizando en el cresterío.
Llegados a la cumbre contemplamos el recuerdo a dos jóvenes, uno tenía mi edad lo que impresiona aún más.
Foto de grupo.
Y las vistas hacia León:
Hacia Fontanes y Peña Rueda:
Torrebarrio a nuestros pies:
Babia y parte de Somiedo:
Valle de Tuiza:
Bajamos rápido pues en la meteo de TPA habían dado tormentas para la cordillera y, además, estaba bastante frío arriba.
Al bajar estuvimos a punto de tener una desgracia. Al pisar mi padre una roca del camino que parecía estar fija, se levantó, le quedó enganchada en las piernas y, gracias a Dios que pudo zafarse de ella, pues metros después la roca se precipitó por la ladera rompiéndose en mil cachos. Por suerte todo quedó en un susto y un moratón en la pierna.