jueves, 27 de noviembre de 2014

HASTA SIEMPRE MAESTRO

 

 







Uno desearía no escribir nunca en días como este, uno desearía que todo fuese un mal sueño, una nube en un día soleado; pero esto no es un mal sueño, y el sol hoy sólo ha salido a despedirle, y nosotros aquí estamos escribiendo estas cuatro palabras para despedir a una persona que con su blog nos permitió disfrutar de días fantásticos a gente que jamás le conocimos y de minutos mágicos a los que sí le conocieron.

No me quiero imaginar el dolor de aquellos que siguieron sus pasos entre hayedos, abismos y lugares fantásticos de nuestra pequeña Asturias. No quiero imaginar cómo estarán aquellos que disfrutaron de un día a su lado, de una ruta, de una caña, de un algo. Pues, si la gente que no le conocimos más allá de su blog, estamos dolidos; no quiero imaginar cómo estarán los que tuvieron tal suerte.

Hoy se ha ido una persona que trabajaba para los demás, un maestro que nos enseño la belleza asturiana en su blog "La montaña: un sueño, una ilusión". Una persona que nos ha permitido a muchos descubrir rincones imposibles de nuestra tierra, un hombre que nos ha permitido salir de más de un mal paso en alguna montaña gracias a sus explicaciones y referencias. Y es que la montaña este año está de luto para la gente del grupo "Los de las Claras" con dos pérdidas como las de Santos y "Cabralitos".

Pero el tiempo es efímero, y el dolor, aunque jamás se olvida, se acabará calmando. Es tiempo de reunirse todos, es tiempo de trabajar juntos, y saber que aquellos que empezarán algún día en esta locura del senderismo podrán conocer quién fue Santos y el vacío que hoy deja.

Es tiempo de apreciar cada uno de los pequeños momentos que os ha regalado a los que le conocistéis, es tiempo de tristeza pero siempre sabiendo que en cada recuerdo, que en cada ruta que hayáis compartido con él, Santos será eterno.

Un abrazo a todos y buen viaje, maestro.




domingo, 15 de junio de 2014

Peña Ubiña


PEÑA UBIÑA

 

Dificultad: muy alta
Kilómetros: 12
Tipo: ida y vuelta
Salida: Casa Mieres
Llegada: Casa Mieres


Cuando decidí hacer esta ruta, no las tenía todas conmigo. La semana anterior había estado con el tobillo vendado por un esguince y me parecía imposible subir este montañón. Pero, siempre se han de intentar las cosas, así que me animé a disfrutar de este día y, si el tobillo me molestaba, por pequeña que fuese la molestia, esperar a que el resto completase la ruta. Por suerte, yo también la completé.

Hay mil variantes para hacer esta ruta, nosotros decidimos partir desde la Casa Mieres.



Por encima de la Casa Mieres sale una pista por la que debemos caminar. Al poco de caminar llegamos a una laguna en la que las ranas cantan, las vacas se refrescan y un campo de flores flota sobre sus aguas.





Siguiendo por esta alfombra de hierba llegaremos a una especie de collado, las altas cumbres se presentan. De izquierda a derecha, Fariñentu, Siegalavá y Tapinón.



  Y a la izquierda ya asoma la reina del lugar.



Y a nuestra derecha, algo más pequeñas pero igual de guapas: La Almagrera, La Mesa y La Tesa.




Disfrutando de este lugar de grandes pastizales, con sus manadas de ganado y el gris de la caliza; parece que estamos caminando por un lienzo. Ahora toca girar el sentido hacia la reina.



 Dejaremos las praderas para meternos en la caliza, en el estrecho.






La Ubiña Pequeña nos saluda antes de meternos en el estrecho.



El estrecho es un paso entre la caliza, en el que hay que ayudarse de las manos.




El calor es fuerte y el agua se convierte en caldo, por suerte encontramos un pequeño manantial para refrescarnos. Pero la vista de las dos Ubiñas juntas sobre el verde nos recompensa, la Ubiña parece querer tocar el cielo. Qué pedazo de piedra.







Nos separamos del arroyo y nos acercamos a la falda de la Ubiña. 






 Algunos comerían más de la cuenta y empezaría a sufrir una pájara importante. Pero poco a poco empezamos a coger altura.


La subida nos va dejando vistas sublimes sobre Asturias y Babia.







La subida es sencilla, hay que ayudarse en algunos momentos con las manos pero sin entrar en trepadas. Pasaremos junto este nevero.


La subida es larga, suavizando en el cresterío.






 


Llegados a la cumbre contemplamos el recuerdo a dos jóvenes, uno tenía mi edad lo que impresiona aún más.




Foto de grupo.





 
Y las vistas hacia León:




Hacia Fontanes y Peña Rueda:






Torrebarrio a nuestros pies:

 


Babia y parte de Somiedo:






Valle de Tuiza:



Bajamos rápido pues en la meteo de TPA habían dado tormentas para la cordillera y, además, estaba bastante frío arriba. 

Al bajar estuvimos a punto de tener una desgracia. Al pisar mi padre una roca del camino que parecía estar fija, se levantó, le quedó enganchada en las piernas y, gracias a Dios que pudo zafarse de ella, pues metros después la roca se precipitó por la ladera rompiéndose en mil cachos. Por suerte todo quedó en un susto y un moratón en la pierna.




viernes, 16 de mayo de 2014

Somiedo

Somiedo


Los Bígaros y el Muñón

Los Bígaros y el Muñón

Los Bígaros y el Muñón



Dificultad: alta
Kilómetros: 15
Tipo: circular
Salida: Saliencia
Llegada: Saliencia


Hoy sería la primera vez que, si todo iba bien, subiría a un dos mil. En realidad serían dos picos con esta altura, los Bígaros y el Muñón. 

Después de una hora y media en coche, además del tramo de pista malo para un coche normal entre Torrestío y La Farrapona, por fin llegamos a Saliencia. Aparcamos y empezamos a caminar cogiendo una pista de hormigón que sube por detrás del mismo aparcamiento.
La subida es pronunciada y Saliencia va quedando en el fondo del valle.



La primavera deja un color verde precioso en el valle de Saliencia, aderezado también con los colores de la roca y las flores.




Poco después de pasar sobre un reguero, sale una bifurcación. Nosotros giramos a la derecha y  llegamos a  la mortera de Saliencia.



 Seguimos subiendo. En seguida la pista deja de ser tan pronunciada la marcha y empieza a llanear. El mar de nubes sobre Teverga, rodeando Peña Sobia, es una pasada.





 Siguiendo la pista, empezamos a ver las cumbres del día. A la derecha queda la foz de los Arroxos por dónde regresaríamos a Saliencia. Todo este tramo es parte del Camín Real de la Mesa.




Aprovechamos para picar algo antes de la ascensión en la braña la Mesa con su teito...



...sus vacas y sus corros.


Seguimos por la pista, dejando a nuestra derecha la línea de cumbres por dónde hoy vamos a pasar, y en la que ahora podemos ver a dos rebecos corriendo a toda pastilla.

 Al alcanzar el collao Los Corros, pasamos entre una llamarga y esta manada (junto a un cercado de ganado).


 


 Ahora hay que subir cómo mejor se pueda salvando un desnivel fuerte hasta llegar a la Pasada los Bígaros. Cada uno a su ritmo; es temprano y no hay prisa.



 Además, cada poco hay que parar para disfrutar con estas vistas sobre las Ubiñas.



Poco a poco y ya queda menos. No hay ningún paso complicado, sólo el desnivel. Así que vamos subiendo haciendo Zs, por nuestra izquierda bajaban otros dos montañeros sobre los que más tarde debatiríamos si estaban buscando fósiles, ya que esta zona es conocida por ello. Aunque nosotros no vimos ninguno.


 Llegados a la cresta, las vistas se abren sobre Somiedo.


 A nuestra izquierda nos queda el pico de los Bígaros al que se sube sin ningún problema...


 Menudo balcón. Casi toda la alta montaña asturiana y leonesa ante nosotros.


 Cumbre del pico Los Bígaros, a 2045 metros. Mi primer dos mil.



Para ir hasta el Muñón hay que bajar de nuevo hasta La Pasada los Bígaros, rodeando un pequeño picacho en el medio y dirigiéndonos hacia una franja rosa de roca que se ve en la roca. Este paso se pasa bien, hay que tener cuidado pero como en todos los sitios.


 Una vez superado este tramo, una foto atrás del mismo con la cumbre de Los Bígaros que acabamos de dejar y la ladera por la que fuimos subiendo hasta la cresta.


 Cuando llegamos a un paso expuesto o muy expuesto, encontramos justo a la entrada del mismo, un corto descenso a la derecha que, aunque nos saca de la cresta, nos permite caminar de una forma mucho más cómoda.




Por debajo de la cresta, nos dejamos llevar al segundo objetivo del día, El Muñón.


Y una vez conquistada la segunda cumbre del día, un vistazo atrás.


A nuestra izquierda, Somiedo.


Tras pararnos un poco en la cumbre, pasamos junto a la gran cueva o sima que hay justo debajo del mojón. El nevero parecía tener marcas de pisadas de rebeco.


Y, siguiendo por el cordal, vemos ya el Lago del Chao, con Peña Negra frente a nosotros.



 Por esta ladera hay un camín que nos irá conduciendo hasta el mismo lago, aunque primero hay que cruzar un nevero. Para ello, descendemos unos metros y lo pasamos tranquilamente.


Ya estamos mucho más cerca del lago que hace unos pocos minutos.



Comemos en unas rocas planas que hay entre el lago y el refugio. Tras reponer fuerzas nos toca la parte que peor llevo, la bajada. Para ello nos tiramos ladera abajo hacia la braña en la que estuvimos por la mañana.


 Pasamos junto a un manantial en el que cambiamos el agua de nuestras botellas. Aquí lamento no ser más rápido con la cámara pues justo debajo de dónde yo estaba, había una ínfima rana marrón que, en cuanto me moví, desapareció.

Cruzamos el arrollo y llegamos al camín que pasa por debajo de la pista por la que llegamos hace unas horas y que nos conducirá a la foz de los Arroxos.


 Los perros del albergue, sobretodo el marrón, que habían acompañado a un grupo de madrileños hasta la braña de La Mesa, decidieron acompañarnos en la bajada. El calor es fuerte y nuestro nuevo amigo aprovecha para refrescarse.



En estas siguientes fotos no pondré descripción ya que sólo hay que caminar por el sendero y disfrutar de los farallones que caen desde la peña Ferrera hacia el arrollo. A nosotros nos recuerda a los que se ven por la autopista del Huerna a la izquierda de la carretera y casi a la altura de Caldas de Luna.







 La foz, como todas las foces, es corta y nos conduce hasta un bosque por el que ya quedará muy poco de ruta, aunque este tramo se me hizo eterno.

Cuando el bosque se abre, ya estaremos a un paso de la carretera que baja desde la Farrapona a Saliencia dónde tomaremos una cerveza con limón para refrescarnos del calor de la jornada.